José Armando es un niño de 13 años que decidió renunciar a la quimioterapia para descansar en paz y disfrutar el tiempo que le queda de vida.
La decisión la tomó tras una larga lucha contra la leucemia y ahora solo se someterá a los cuidados paliativos. 
En sus 13 años, recibió más de 120 quimioterapias y le pidió a su mamá que respetara su decisión. Solo le pidió una gran fiesta para su cumpleaños y dijo que disfrutará lo que le quede de vida.